Sinus o quiste pilonidal

El sinus pilonidal, también conocido como quiste pilonidal, es una condición que afecta predominantemente a jóvenes adultos, especialmente hombres. Esta patología se localiza en la región sacrococcígea, justo en el pliegue interglúteo, y se caracteriza por la formación de un quiste o absceso provocado por la acumulación de pelos y material cutáneo bajo la piel.

Aunque inicialmente puede ser asintomática, en muchos casos evoluciona a una infección recurrente que impacta significativamente la calidad de vida de los pacientes.

¿Qué es el sinus pilonidal?

El término «pilonidal» proviene del latín pilus (pelo) y nidus (nido), lo que describe literalmente un «nido de pelos». En esencia, el sinus pilonidal ocurre cuando los folículos pilosos se incrustan en la piel, formando un trayecto fistuloso o un quiste debajo de la superficie cutánea. Este quiste puede inflamarse, infectarse y llenarse de pus, generando abscesos dolorosos.

Sinus pilonidal

Imagen utilizada con licencia de GiggsHammouri, con licienca Creative Commons via Wikimedia Commons.

Factores de riesgo y causas

Aunque la causa no se conoce con exactitud, el sinus pilonidal está asociado con alguno de los siguientes factores:

  1. Presión y fricción: Actividades que implican estar sentado durante largos períodos, como conducir o trabajar en oficinas, incrementan el riesgo de desarrollo de esta afección debido al roce continuo en la región sacra.
  2. Presencia de pelo en la zona: Los pelos sueltos, especialmente los gruesos, pueden penetrar en los poros de la piel, generando una respuesta inflamatoria.
  3. Predisposición genética: Algunas personas tienen mayor tendencia a desarrollar sinus pilonidal debido a características hereditarias como folículos pilosos más densos.
  4. Obesidad: El exceso de peso puede aumentar la presión y la fricción en la región afectada.
  5. Malos hábitos de higiene: La acumulación de sudor y piel muerta puede facilitar la obstrucción de los poros.

Síntomas

Los signos y síntomas varían dependiendo del estadio de la enfermedad. En su forma aguda, suele presentarse:

  • Dolor en la parte baja de la espalda o el pliegue interglúteo, que puede intensificarse al sentarse o realizar actividades físicas.
  • Inflamación o enrojecimiento en la zona afectada.
  • Aparición de un bulto visible que puede fluctuar al tacto, indicando la presencia de líquido acumulado.
  • Drenaje de pus o sangre a través de uno o varios orificios en la piel, acompañado de un olor desagradable.
  • Fiebre y malestar general en casos de infección avanzada.

En su forma crónica, los pacientes pueden experimentar infecciones recurrentes que generan fístulas persistentes y dificultad para la cicatrización completa.

Diagnóstico

El diagnóstico del sinus pilonidal es principalmente clínico. Durante la evaluación, el médico inspeccionará la región sacrococcígea en busca de signos visibles como orificios cutáneos, inflamación o drenaje.

En casos complejos o recurrentes, se pueden utilizar estudios de imagen, como ecografía o resonancia magnética, para evaluar la extensión del trayecto fistuloso, e incluso, aunque de manera infrecuente, comunicaciones con el ano o el recto.

Opciones de tratamiento

El tratamiento del sinus pilonidal depende de la gravedad de la afección. Las opciones incluyen:

Medidas conservadoras

  • Higiene estricta de la zona afectada.
  • Eliminación de pelo mediante rasurado regular o depilación láser.
  • Aplicación de compresas calientes para aliviar el dolor y promover el drenaje.

Drenaje del absceso:

  • En infecciones agudas, se realiza una incisión para drenar el pus acumulado, lo que alivia los síntomas de forma inmediata.

Cirugía:

  • Extirpación del quiste: Se elimina el quiste y los trayectos fistulosos asociados.
  • Cierre primario: El área quirúrgica se sutura para favorecer una recuperación más rápida, aunque con un riesgo ligeramente mayor de recurrencia.
  • Cierre secundario: La herida se deja abierta para sanar gradualmente desde el interior, reduciendo el riesgo de recidiva pero con un tiempo de recuperación más largo.
  • Técnicas mínimamente invasivas: En casos seleccionados, se puede emplear la técnica láser para la destrucción del trayecto fistuloso.

Tratamiento de recidivas:

En pacientes con infecciones recurrentes, puede ser necesario un abordaje quirúrgico más amplio para prevenir complicaciones a largo plazo.

Prevención

Adoptar medidas preventivas puede reducir significativamente el riesgo de desarrollarlo, entre otras encontramos:

  • Mantener una buena higiene: Lavar la zona regularmente para evitar la acumulación de sudor y suciedad.
  • Eliminar el vello: Utilizar métodos de depilación como el láser para evitar que los pelos penetren en la piel.
  • Evitar la presión prolongada: Alternar posturas y utilizar cojines especiales si es necesario.
  • Ropa cómoda: Optar por prendas holgadas que reduzcan la fricción en el área sacrococcígea.

Consulta especializada en IQD Madrid

El sinus pilonidal puede ser una afección frustrante y dolorosa que limita la calidad de vida del paciente, pero con el tratamiento adecuado es posible eliminarlo de forma efectiva.

En el Instituto Quirúrgico Digestivo (IQD) Madrid, contamos con un equipo de expertos en cirugía digestiva que emplea las técnicas más avanzadas, incluyendo procedimientos mínimamente invasivos, para garantizar una recuperación rápida y segura.

Si tienes síntomas relacionados con el sinus pilonidal y buscas una solución definitiva, te invitamos a concertar una consulta con nuestros especialistas. En IQD, estamos comprometidos con tu salud y bienestar.

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